martes, 28 de febrero de 2012

Libros para correr (Parte 1)

Una de las experiencias más gratificantes que hay es correr. Sí. (por favor sigue leyendo, ya verás que tengo armas para defender el argumento anterior).

Todos de manera secreta queremos correr. Sabemos que nos haría sentir como una mejor persona. Nos imaginamos (muy en el fondo de nuestra conciencia, pero sin llegar al inconsciente) despertando temprano y saliendo a correr. Ver el amanecer y regresar a casa para empezar un día que estamos seguro será mejor, ¿Por qué? Porque esa mañana corrimos.

No se trata de si uno es Morning Person o no. Hay una inquietud por correr. En la superficie incluso podemos criticarlos, pero insisto: todos queremos correr.

Ahora, hay un abismo entre imaginarnos corriendo y hacerlo. En mi caso me tomó casi 34 años correr por primera vez (no, no cuenta la clase de deportes de la primaria ni esa vez que jugué fútbol rápido con los amigos de mi hermano... todos crudísimos BTW). Me animé a correr, entrené, me inscribí a una de las carreras domingueras y, sin ninguna presión por tiempo o esfuerzo me desperté y la corrí. Esto me llevó ha hacerme del hábito de correr casi todos los días. Asumo que el pagar por inscribirse a una carrera tiene su tema: Si ya pagué, pues ahora la corro. Pero bueno, mi trayectoria como competidor fresa de los domingos en el circuito Gandhi-Reforma no estuvo sin sus altibajos. Cuando ya llevaba cerca de un año corriendo, me atropelló un taxi. Sí. Terminé en el cofre de un flamante Tsuru. Por supuesto el conductor se dio a la fuga. Afortunadamente no me rompió la pierna, pero sí estuve sin caminar un mes. Pasó algo de tiempo y me volví a poner los tenis para participar nuevamente en carreras.

Como aclaración, y antes de que piensen diferente. Nunca tuve buenos tiempos. Nunca bajé de 1 hora para 10km ni nuca bajé de 30 minutos para carreras de 5km. Por supuesto después de la atropellada menos.

Tiempo después de que retomé el hábito de correr, cada que corría, mi talón me lastimaba y dejé de correr para que "se cure". Ya el ortopedista que me revisó cuando me atropellaron me había advertido de ello, el talón se lesiona por no hacer ejercicios de flexibilidad bien. Pero bueno, me dije a mi mismo que dejaría que la lesión se cure sola dejando un tiempo las carreras y entrenamientos, y entonces ya una vez este sano, volvería a correr... No he vuelto a correr y ya son dos años de eso. Desde entonces he tenido la intención de retomarlo, eso sí. Ahora, mi estrategia para retomar las carreras no fue ni: 1) Ir al doctor a que me revise el talón; 2) entrenar otra vez. En alguna torcida lógica decidí que en lugar de bajar al gimnasio, lo que tenía que hacer era leer libros sobre corredores... (aquí sí aplica un WTF!)

Ok, ya que decidí que los libros me llevarían nuevamente a las calles, empecé a buscar libros al respecto y acudí a mi siempre confiable "Recomended for you" de Amazon.com y salieron varias opciones que rápidamente compré para leerlos, y "motivarme" a correr otra vez.

El primero de ellos fue The Runners Guide To The Meaning Of Life de Amby Burfoot. Fuera del título pretensioso, es un libro corto, fácil de leer, poco pretensioso (Cacofonía Intencional). El autor narra casi de forma autobiográfica cómo se interesó por correr; cómo ganó su primer marathon (siendo en su momento el más joven en ganar el marathon de Boston); las lecciones ante el triunfo en una carrera, y los aprendizajes ante la derrota; y algunos consejos para correr. Desde la música (por supuesto Born To Run de Bruce Springsteen) aunque él recomienda no ir con audífonos para "escuchar la carrera", hasta cómo entrenar y las ventajas hacerlo con otro corredor. En resumen, es un libro que tiene la ventaja de ser casi de motivación para salir y tomar la calle con los tenis. Lo recomiendo, aunque no logró su objetivo de llevarme a correr nuevamente. Lo que es muy resaltable es su crónica de una carrera que él inició en su comunidad cada 1o de enero en la que no hay números, ruta, premios, primero, segundo o último lugar, no hay registro de tiempo. Sólo se corre por el gusto de correr, desintoxicarse del año previo y cargarse de energía para el año nuevo llegando al final del recorrido que es un lago helado al que saltan todos los corredores.

El siguiente libro fue Born To Run de Christopher McDougall. Este fue un deleite. Una gratísima sorpresa y una historia emocionante detrás del libro. Seguramente era yo el único mexicano que no sabía que los Raramuris son los mejores corredores de distancia en el mundo, pero ahora ya lo sé.

McDougall narra su historia en tres ejes. 1) La cultura de los ultramaratonistas (o sea, 42km les quedan chicos a estos corredores). Creo que es un mundo espectacular, gente que sale a correr 100 o mas kilómetros en las "pistas" más remotas del mundo. Todos ellos saben, que aunque estes bien hidratado y comas bien en la ruta, en un momento u otro, vas a tener alucinaciones. Pero terminar uno de estos ultramaratones debe ser una de las experiencias más gratificantes que pueda haber. (Sí, ya les dije que incluso los que odian las mañanas tienen esta idea en fondo de su cerebelo). 2) La cultura de los Tarahumaras (Raramuri) y su espectacular contacto con la naturaleza, su forma de vivir y su altísimo desempeño en las pistas de larga distancia. Incluso narra historias épicas de carreras en las que han llevado a participar a miembros de esta comunidad en el extranjero (y todo lo que eso desencadenó). De igual forma menciona cómo el gobierno de México intentó usarlos en olimpiadas. Mala idea.
3) La historia de Caballo Blanco; un personaje casí mítico que vive como ermitaño en la sierra Tarahumara. Pero que a la vez es el eje principal para el desenlace de la historia, en una carrera increíble a través de las montañas del noroeste de México.

Born to run es un libro más cultural (si vale el adjetivo). Es un libro épico. Que profundiza de muy buena manera en los ultramaratones, los Raramuris y la carrera que involucra a Caballo Blanco. Posiblemente dentro de las subculturas deportivas, la del ultramarotonista debe ser de las más exóticas. El que corre descalzo (a esto le dedica todo un capítulo), la que corre y en cada punto de descanso en el trayecto de 100km se detiene a amamantar a su bebé, la táctica de uno y otro corredor (y su equipo) para desanimar a sus contrincantes, etc. Y finalmente, el trayecto de un grupo pequeño de ultramaratonistas, entre ellos el ermitaño Caballo Blanco, que renunció a todo e mundo que conocemos, para correr entre la sierra Tarahumara con los Raramuris.

Ok, este libro motiva bastante. Incluso ahora me imagino corriendo descalzo. Aun así sigo sin correr. Sin embargo, no puedo dejar de sentir mariposas en la panza y una emoción cercana a las lágrimas cada que recuerdo el primer disparo de salida en una carrera oficial (Un "Día de la Familia" en Reforma), la cual me inscribí creyendo que el recorrido era de 5km y en realidad era de 10km, y cómo, en el último kilometro, corriendo ya sin aire, los aplausos y gritos del público literal lo levantan a uno para llegar a la meta. Y esa sensación al cruzar por primera vez la meta que, sin duda es una emoción singular que lo lleva a uno a las lágrimas.

Esto que todos los días, al salir a la calle rumbo al trabajo, vemos; esos corredores dedicados que incluso nos puede molestar (porque ¡están contentos en la mañana!), es esa voz que todos tenemos entre el consciente y el inconsciente que nos dice que nuestros días serían mejores si saliéramos a correr un poco.




jueves, 9 de febrero de 2012

Mi aportación al inútil debate del eBook.

Les debo entradas a mi blog. Muchísimas!

Ok, la razón por la que tardé en entrar en ritmo fue que tomé unas largas vacaciones. Se que eso no es justificación para no actualizar este blog y detener la intensísima conversación sobre libros que se esta generando en este sitio... [sonido de grillos] (de veras, cuando quiera alguien postear un primer comentario se los voy a agradecer muchísimo). Pero también estos días he pensado con qué libro abrir este año. Pero a pesar de los títulos que me vienen a la mente, me viene una imagen más poderosa frente a ellos. No es la de un libro específico, sino del formato de los libros.

 Voy a empezar por el final. Para mi no existe diferencia entre un libro en papel y un libro electrónico; incluso ya no veo diferencia entre un audiolibro y otros formatos.

 Empecemos ahora sí por el principio. Hace poco más de un año me hice de un lector Kindle, que además de ser el gadget ideal para alguien que gusta de leer y le gustan los gadgets (sic.), es, desde su lanzamiento, la punta de lanza del debate sobre el libro electrónico. Coincide que en paralelo, me hago de media biblioteca que mi hermano me deja porque se va a vivir a otro país. Es decir, justo estaba yo "listo" para una migración al libro digital, cuando mi biblioteca se ve enriquecida por un gran número de títulos nuevos, en papel, que leer.

 Durante todo el 2011 estuve en ese debate interno del papel y el eBook. Ok, fueron sólo unas horas. Pero las conclusiones si han sido un proceso de más tiempo. A ver, los libros me gustan. A eso me dedico. Hago libros. Inicialmente, y por la calidad de libros que tenía pendientes de leer, el Kindle lo usé poco. Como les decía, me tenía que poner al corriente con un gran número de libros de mi hermano. Sin embargo, descubrí algo. Yo por o general no podía leer dos libros al mismo tiempo, con el Kindle me resultó más fácil (no sé si el proceso mental fue que el formato diferente separaba los contenidos y no se confundían historias e ideas en mi cabeza). Y además, descubrí que sí es más divertido leer en el Kindle. A mi no me gusta subrayar mis libros, con el eBook lo puedo hacer sin remordimiento. Además, la conectividad con redes sociales lo hace aún más divertido. La facilidad de poder compartir un pasaje de un libro, una idea a facebook y twitter le da un valor social al eBook. Y por supuesto la disponibilidad inmediata de un título. La sensación de decidir leer un libro y en 30 segundos poder empezar a leerlo es incomparable. Esa disponibilidad es mágica. Sobre todo si no es uno tan clavado, y va decidiendo qué libro leer al terminar el anterior, de acuerdo a lo que considere que le será útil en ese momento (un libro de marketing, una novela, algo light, algo más académico...). O simplemente, en un viaje que hice, acabé muy pronto el libro en papel que llevaba, y así, sin más que un click, voilá, un nuevo libro en mis manos (afortunadamente había previsto llevarme el kindle).

 Ok, ok, llevo horas hablando de las ventajas de un eBook. Pero sólo es con la intención de describir mi proceso de adopción de la tecnología. La realidad es que aun tengo muchos libros impresos que leer. Hay libros que tengo que tener en Hard Cover, hay libros con ilustraciones (aquí el eBook no me lo ha resuelto satisfactoriamente), hay libros que me regalan, etc. Ahora la convivencia es armónica entre mis eBooks y mis libros impresos.

 Aquí no termina esta historia. Seguido comento sobre el tema y expreso que una ventaja más del eBook es la aplicación que pueda tener para un smartphone. Si salgo a comer tacos, seguro no me voy a llevar un libro impreso, lo más probable es que no me lleve mi Kindle. Pero seguro llevo mi iPhone. Entonces puedo leer, desde el app específico unas cuantas páginas mientras como. Por supuesto esto me da tiempo de lectura que antes no tenía. Gracias a la portabilidad. Y gracias a que siempre como sólo. ¿Qué tal es estridentísmo?

 Hubo un último evento que cambió mi percepción total del libro. Un buen marketing promocional de Audible (también empresa de Amazon). En el punto más bajo de la cadena alimenticia para mi (y creo para muchos) esta el audiolibro. Es ofensivo el término. Más si uno se ostenta como LECTOR! (sí, con mayúsculas). ¡Impensable! ¿Entonces como llegó Ricardo a Audible? A pesar de que tengo la edición impresa, siempre había tenido curiosidad por la edición narrada de la autobiografía de Bill Clinton (My Life) en la cuál él mismo hizo la grabación e incluso fue reconocida con un Grammy. Pues veo la promoción de "Descarga un libro gratis hoy-hoy-hoy y me decidí por el audiolibro de Bill Clinton. Temeroso, lo descargué, instalé el app en mi iPhone y, no sé sip por practicidad o por pena, lo fui escuchando sólo en el coche. Además de que es una buena historia, descubrí algo: si paso casi dos horas en el coche todos los días, ¿Por qué no aprovecharlas con libros narrados? Es decir, mi consumo de libros aumentó. Sí, digo de libros porque el formato no es relevante, lo relevante es el contenido que te dan los libros. No importa el formato. Además, el audiolibro me dio acceso a libros que seguramente nunca iban a llegar a mi top 10 de prioridades de lectura, pero que igual sí me interesaban.

 En resumen, el lector es el que decide en qué formato quiere el contenido. Esa es la única realidad. Todo debate sobre el eBook no tiene sentido si se mira desde la óptica del lector. Si los libreros creen que venden papel, que quiebren. Vendemos contenidos. Eso es todo.

Estoy obviando un tema. La piratería. Dicen que es más fácil tener un libro electrónico sin pagar que uno impreso. Posiblemente. En mi interior lo dudo, pero no tengo estadísticas para comprobarlo. Lo que sí tengo es un caso real. Un libro (que si tienen niños pequeños tienen que leer) que se llama Go The Fuck To Sleep se distribuyó gratis en PDF y tuvo millones de descargas. Gratis. Cuando salió la versión impresa llegó al top 10 de Amazon. Es decir, contra-intuitivamente, a pesar de que millones de lectores tenian el libro gratis, millones de lectores compraron el libro. ¿Por qué? ¿No dice la lógica que eso no debió de ser así? Pues es muy simple la respuesta: el libro es genial. El contenido es espectacular. Tan buen libro es, que estoy dispuesto a pagar por el. ¡Qué bueno que lo pude descargar y leer antes! Moraleja, Libreros, lo más importante es el lector y hay que ofrecer contenidos superiores. Si ofrezco algo mediocre, y lo tengo gratis, no voy a pagar por ese libro. Si el contenido es valioso y de calidad, es irrelevante que lo pueda tener gratis porque estoy dispuesto a pagar por el mismo. La gratuidad se vuelve marketing. Yo, les puedo decir que compré no una, sino dos copias. PD: el audiolibro de Go The Fuck To Sleep esta narrado por nada más y nada menos que Samuel L. Jackson. Genial.

 Para terminar, sólo comentar que el eBook en EUA ya representa el 17% de la venta total de la industria, mientras que en México menos del 1%. ¿Por qué? Igual se venden millones de iPads en nuestro país. ¿Por qué? No hay oferta. Amazon tiene más de 750 mil títulos disponibles para Kindle. Proveedores de eBooks de habla hispana tienen 6000 libros. ¿Any questions?